Out of this world (The Cure)
Vaya día el de hoy...
Me despierto a las 8, y me veo invadido por un torrente inmenso de energía al que debo dar salida de alguna manera, y así, un mes más tarde de lo previsto, consigo irme a correr y hacer algo de ejercicio: se acercan fechas complicadas (FIB y fiestas) y hay que cumplir, como mínimo...
Cuando llego de correr, duchita y me marcho a la pelu, a arreglarme de cara a las fechas antes comentadas. Entro y no veo a mi peluquero habitual. La chica que trabaja con él lo justifica: "Salió anoche de fiesta y a saber cuando aparece... Pero yo te cojo...". Me invade una sensación enorme de recelo...
La chica comienza a hablar de si el gimnasio tal o el deporte cual, y empieza a levantarse la camiseta y enseñarme la tripita (bien modelada), continúa con que si tiene el culo aún más duro desde que se ha puesto seriamente a hacer deporte, plantándome el susodicho casi en plena cara, y acompañando el gesto bajándose el pantalón hasta casi mitad de gluteo. Yo flipándolo, y pensando dónde está mi peluquero, si no estará descojonándose al otro lado del espejo, testigo junto a mi de aquellas redondeces expuestas con tanta vehemencia (y yo encantado, por no decir otra cosa...)
Salgo de allí y llego a casa, aún pensando en aquella visión que me ha alegrado la mañana, y cuando me miró en el espejo, no puedo evitar jurar en hebreo acordándome de aquella condenada de la peluquería. Tanta charla, tanto enseñarme el culo, y la muy z...me corta la coleta!!!. Pequeño el rebote que me he cogido, ya que hacía justamente un año que empece a dejarmela y le tenía un cariño casi indescriptible; no ha acabado con ella en su totalidad, pero se ha visto reducida a menos de la mitad. Primera pifia del dia, aunque no provocada por mi: eso aún estaba por venir...
La mayor pifia del día la he provocado yo solito, ya por la tarde. Y seguramente me costará, si no la amistad, sí una pérdida grandísima de confianza con una persona a la que aprecio mucho. De hecho, ese grado de aprecio ha sido el que me ha llevado a provocar este desaguisado, y todo por no saber encauzar ese sentimiento de la manera correcta. Creo que lo peor no ha sido mi "revelación" ya que estoy seguro de que lo que me pasa ha de remitir y es algo pasajero. Lo que peor cuerpo me deja es lo que esta persona pueda pensar, al ser la nuestra una relación muy particular. Esa idea ha de hacerme aún más fuerte en mi deseo de olvidar todo y pasar pagina. Al fin y al cabo, sólo es una confusión interna, una película que me he montado yo solito, y que claro, tratándose de mi, no podía terminar de otra forma...
Esto ha sido lo peor del día, pero para completarlo, aún me he reservado un numerito final. He ido a jugar al basket con los amigos, y como estábamos un poco flojos de gente (los rigores del verano) han llamado a un par de chavales para completar equipos. Uno de ellos se defendía más o menos mal, el otro no tenía ni zorra idea: me ha dado mala espina desde el principio. Mitad de partido, balón dividido por el que pujamos este chaval y yo. Cuando meto la mano para llevármelo, él, incomprensiblemente le da un puñetazo, con la mala fortuna de pillarme los dedos de mala manera. Quince años jugando al basket y me pasa ésto ahora. Resultado final: dos dedos rotos, una ferula y a casita, no sea que aún me pase algo más hoy.
Definitivamente en días como hoy me gustaría estar como en el título del tema de los Cure. Menos mal que ellos (entre otros) siempre están ahi...
Me despierto a las 8, y me veo invadido por un torrente inmenso de energía al que debo dar salida de alguna manera, y así, un mes más tarde de lo previsto, consigo irme a correr y hacer algo de ejercicio: se acercan fechas complicadas (FIB y fiestas) y hay que cumplir, como mínimo...
Cuando llego de correr, duchita y me marcho a la pelu, a arreglarme de cara a las fechas antes comentadas. Entro y no veo a mi peluquero habitual. La chica que trabaja con él lo justifica: "Salió anoche de fiesta y a saber cuando aparece... Pero yo te cojo...". Me invade una sensación enorme de recelo...
La chica comienza a hablar de si el gimnasio tal o el deporte cual, y empieza a levantarse la camiseta y enseñarme la tripita (bien modelada), continúa con que si tiene el culo aún más duro desde que se ha puesto seriamente a hacer deporte, plantándome el susodicho casi en plena cara, y acompañando el gesto bajándose el pantalón hasta casi mitad de gluteo. Yo flipándolo, y pensando dónde está mi peluquero, si no estará descojonándose al otro lado del espejo, testigo junto a mi de aquellas redondeces expuestas con tanta vehemencia (y yo encantado, por no decir otra cosa...)
Salgo de allí y llego a casa, aún pensando en aquella visión que me ha alegrado la mañana, y cuando me miró en el espejo, no puedo evitar jurar en hebreo acordándome de aquella condenada de la peluquería. Tanta charla, tanto enseñarme el culo, y la muy z...me corta la coleta!!!. Pequeño el rebote que me he cogido, ya que hacía justamente un año que empece a dejarmela y le tenía un cariño casi indescriptible; no ha acabado con ella en su totalidad, pero se ha visto reducida a menos de la mitad. Primera pifia del dia, aunque no provocada por mi: eso aún estaba por venir...
La mayor pifia del día la he provocado yo solito, ya por la tarde. Y seguramente me costará, si no la amistad, sí una pérdida grandísima de confianza con una persona a la que aprecio mucho. De hecho, ese grado de aprecio ha sido el que me ha llevado a provocar este desaguisado, y todo por no saber encauzar ese sentimiento de la manera correcta. Creo que lo peor no ha sido mi "revelación" ya que estoy seguro de que lo que me pasa ha de remitir y es algo pasajero. Lo que peor cuerpo me deja es lo que esta persona pueda pensar, al ser la nuestra una relación muy particular. Esa idea ha de hacerme aún más fuerte en mi deseo de olvidar todo y pasar pagina. Al fin y al cabo, sólo es una confusión interna, una película que me he montado yo solito, y que claro, tratándose de mi, no podía terminar de otra forma...
Esto ha sido lo peor del día, pero para completarlo, aún me he reservado un numerito final. He ido a jugar al basket con los amigos, y como estábamos un poco flojos de gente (los rigores del verano) han llamado a un par de chavales para completar equipos. Uno de ellos se defendía más o menos mal, el otro no tenía ni zorra idea: me ha dado mala espina desde el principio. Mitad de partido, balón dividido por el que pujamos este chaval y yo. Cuando meto la mano para llevármelo, él, incomprensiblemente le da un puñetazo, con la mala fortuna de pillarme los dedos de mala manera. Quince años jugando al basket y me pasa ésto ahora. Resultado final: dos dedos rotos, una ferula y a casita, no sea que aún me pase algo más hoy.
Definitivamente en días como hoy me gustaría estar como en el título del tema de los Cure. Menos mal que ellos (entre otros) siempre están ahi...
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