Pissing (Low)
La vida, para muchas personas no es más que una sucesión continua de frustraciones: sueños no cumplidos, oportunidades que se escapan, cortinas de humo que se levantan intentando ocultar las penurias, conformismo con aquello sobre lo que se asienta la propia vida, y en definitiva, un engaño continuo alrededor del cual cada uno va construyendo su universo particular, un universo que podría denominarse ficticio, por lo que tiene de falso, falsedad que puede que nos haga sentir mejor (siempre engañándonos a nosotros mismos), con el condicionante de que no se nos ocurra darle demasiadas vueltas a la situación que nos engloba, a riesgo de percatarnos de nuestra realidad y caer en la tristeza, la miseria y el desengaño.
Hay quien consigue ser feliz a costa de no realizar un auto-examen profundo de su existencia. Y aunque sea patético decirlo, finalmente estos individuos son envidiados hasta el límite, al menos por quien esto suscribe, ya que son capaces de convertir su triste existencia en un marco ideal sobre el que desarrollar un leve simulacro de lo que sus verdaderas aspiraciones pretenden, aunque ellos ya han omitido éstas de sus mentes. Incluso hay quien realmente llega a ser feliz, aunque estos son los menos.
El único consuelo que nos queda a los tontos e incapaces es pensar que estas reflexiones son producto de un desánimo pasajero y que han de remitir con el tiempo. Triste consuelo...