Final emocional (Hule)

Esta mañana las casualidades me han jugado una mala pasada. Estaba muuucho tiempo sin despertarme tan temprano, pero hoy a las 7 en punto mis ojos han hecho plom! y se han abierto como platos, y como veía que ya no iba a ser posible seguir durmiendo he puesto la radio, ya que la actualidad informativa anda un poco revuelta estos días y conviene estar un poco al tanto. La SER, y con ella a las 7:15 las temperaturas de todo el país, momento en el que me ha venido a la memoria esas mañanas de invierno en Granada, aún de noche, intentando ponerme el pantalón (cosa nada fácil debido a los temblores producidos por el frío) cuando decían las temperaturas, y yo dejaba lo que estuviese haciendo para estar muy atento a Granada (no en vano en unos minutos tenía que enfrentarme a ese frío), a Alicante (allí estaban muchos de mis amigos) y a Valencia (Blanca). Momento nostálgico y patada en lo más profundo de mis entrañas. Tengo un acuerdo, pero se está prolongando en demasía...

Lo siento enormemente pero no puedo esperar más. He de marcharme ya...

3 comentarios

[perra sangrienta - 27 de octubre de 2004 - 13:06]

es solo un sindrome.. tu lo has dicho

[Is - 25 de octubre de 2004 - 19:43]

la vida es una mierda. Y el síndrome premenstrual aun mas.

[barbie turica - 21 de octubre de 2004 - 10:37]

Piensa en las casualidades de una forma mas abierta: ¿cuando ocurren? en el momento que mas las necesitas ¿no? cuando mas abajo no puedes llegar ¿verdad? o quizás cuando gracias a esa casualidad tu vida da un giro de 180 grados... Analiza sin miedo y lo comprobarás. verás que llegas a la conclusión de que éstas casualidades, no son en realidad casualidades, sinó que realmente són hechos que deseamos que ocurran y pensamos en ellos sin decir nada a nadie, incluso sin darnos cuenta ni nosotros mismos, pero nuestro cerebro va trabajando y con su movimiento produce una energía, que junto a la energía del movimiento del universo y ellas unidas a la energía, en la misma dirección que la tuya, de otro ser humano que coincide en tu pensamiento, todo eso se conjura a favor de quién toma consciencia de éste hecho, somos energía y ésta nos favorece o destruye según nuestra aceptación.